Benahadux es uno de los 103 municipios que conforman la actual provincia de Almería. Está situado en la margen derecha del río Andaráx, a unos diez kilómetros de su desembocadura en el Mediterráneo y a unos 113 metros de altitud media sobre este mar. Existen en su término numerosas pedanias, tales como El Chuche, Cuevas Viejas, Los Castillejos, Cañillo de Araoz, Marchal de Araoz, San Miguel y el Mayorazgo. Este término municipal tiene una extensión de unos 15 kilómetros cuadrados, lindando con Gádor, Rioja, Pechina, Huércal y Almería. El río Andarax lo bordea de norte a sur, haciendo de frontera natural con los pueblos de Rioja y Pechina. A pesar del humilde tamaño de su jurisdicción, sus tierras y sus gentes desde la prehistoria hasta nuestros días, han influido de un modo decisivo en la historia y formación de esta provincia. Esta historia va ligada a la de los demás pueblos de la vega del bajo Andaráx, e incluso a la de otros pueblos situados a cientos de kilómetros de él.En su largo recorrido por el tiempo, este pueblo ha cambiado varias veces su nombre, su religión, el tamaño de su jurisdicción e incluso la ubicación de su centro urbano. Unas veces ha ejercido como “capital” administrativa, política, religiosa etc, teniendo bajo su protección otros núcleos poblacionales y otras ha llegado a casi desaparecer y quedar solo como una pequeña cortijada dependiente de un núcleo principal distinto.Tras el paso de algunos pueblos nómadas por estas tierras, como lo atestiguan la veintena de enterramientos en “cista” de época neolítica hallados en el municipio, aparecen los iberos, que construyen su “oppida” en el Chuche, en la finca de las Palmeras y sus alrededores y lo denominan Urke, capital de la “ceca” de Urkesken. En el siglo segundo antes de Cristo, los romanos, en su conquista de Hispania, llegan hasta estas tierras y tras someter a los iberos construyen su ciudad en la meseta del cerro del Paredón, en el lado norte de la ibérica, cambiando su nombre por el de Urci, capital de la “ceca” de su mismo nombre y que partir de mediados del siglo primero, con la llegada del cristianismo, sería tambien sede episcopal. Este nombre lo conservaría en el siglo VIII cuando los visigodos de don Rodrigo, que gobernaban esta zona, son vencidos por las tropas africanas de Tariq y Muza, comenzando la invasión de la Península y arruinando la ciudad de Urci que desaparece, aunque nó su nombre que desde entonces irá ligado al de Pechina, al ser esta la ciudad que los árabes designan como capital del valle del Andaráx. Al poco de la invasión, un grupo de yemeníes se afincan en estas tierras, y una familia, los Banu Abdus, siembran con su “alquería”, situada junto al río en el antiguo camino de Pechina y dependiente de ella, la semilla del pueblo que con el tiempo sería Benahadux, que pasará de “alquería” a “lugar” y finalmente “municipio” y que a causa de las avenidas y desbordamientos del Andaráx cambiará de ubicación a cotas más altas, en las que se encuentra hoy. Esto es en síntesis la historia de estas tierras y las gentes que pasaron por ellas, los que han dado forma a nuestro pueblo y tambien a nuestra cultura, a nuestra forma de ser.
Es nuestra HISTORIA.
Foto aerea de Benahadux, cortesía de Rafael Ordoño.
Foto aerea de Benahadux, cortesía de Rafael Ordoño.